Es sin duda, la Imagen de Nuestra Señora de la Salud, el bien más preciado de nuestra Hermandad.
A Ella dirigimos nuestras oraciones para que interceda ante su Hijo, el Hijo de Dios, que porta en sus brazos y que en Ella misma se encarnó para salvar al mundo y ofrecernos así la eterna Salud.
Su belleza y ternura acentuadas por una tenue sonrisa y un leve inclinamiento de la cabeza ha sido, desde hace siglos, el centro de la devoción de toda la Barriada de Santa Catalina, que la tiene por Señora y Protectora.
La preciosísima Imagen de Nuestra Señora de la Salud es una talla en madera policromada de vestir o de candelero (estructura en forma de cono que va desde el busto o la cintura hasta la base de la Imagen, y se conforma generalmente por listones de madera). Tiene ojos de cristal y cabellera artificial.
Sobre el costado izquierdo del pecho de la Virgen, reposa la Imagen del Niño Dios, una bellísima talla con ojos de cristal muy similar a los magníficos angelitos que se conservan en la Capilla de la Virgen de la Salud y que antaño complementaban las andas procesionales de la Santísima Virgen. En su mano diestra porta la Señora un cetro de poder y su mano izquierda, sostiene a la Imagen de Dios Infante.
Se presenta a la Virgen glorificada como en el Libro del Apocalipsis "vestida de sol y con la luna a sus pies" coronada como Reina del Universo.
Como curiosidad, la Virgen de la Salud, tiene en la base del candelero, dos pies o mejor dicho, dos zapatos de color oscuro que sobresalen por debajo de la saya y las enaguas y que suelen quedar medio ocultos por la Luna de Plata. Éstos zapatos, podrían ser como aseguran algunos entendidos en la materia, una signo diferenciador o identificativo del autor de la obra, a día de hoy, desconocido. Curiosamente la Imagen de Nuestra Señora del Sagrario o del Rosario, venerada en la vieja capilla Sacramental de la Parroquia de Santa María de la Plaza de Fregenal, también presenta el detalle de los zapatos.
La Imagen de la Santísima Virgen de la Salud que hoy veneramos, es posiblemente una talla del Siglo XVIII que ha sufrido diferentes restauraciones que han alterado su encarnadura, su altura e incluso la inclinación de su cabeza. Sin embargo, las primeras referencias documentales de la Imagen las encontramos a principios del Siglo XVII lo que nos hace pensar, que existió una talla anterior cuya altura podría corresponder con unas viejas enaguas de tamaño notablemente inferior, que custodia la Hermandad.
Igualmente, existe en la Parroquia de Santa Catalina Mártir, un niño de Dios, con los orificios propios de haber sido venerado sobre otra Imagen, conocido como "el Niño Antiguo de la Virgen de la Salud" y que se suele exponer durante los días de Navidad para su veneración.
Éste niño, posiblemente ejecutado en madera entre los siglos XVI y XVII es de dimensiones inferiores al Niño actual que se venera junto a la Virgen de la Salud, teniendo la peculiaridad de tener los ojos azules, y que podría corresponderse con el Niño de la Imagen anterior de la Virgen.
De todas las intervenciones que ha sufrido la Imagen destacamos dos:
En 1952, el insigne Imaginero de origen onubense afincado en Sevilla Don Sebastián Santos Rojas retocó la policromía de la Imagen siendo mayordomo Don Hilario Rodríguez Polis y en 1997 Don Francisco Pérez Vargas, vecino de Fregenal y Licenciado en Bellas Artes en la especialidad de Conservación y Restauración de Obras de Arte, restaura la Imagen de Nuestra Titular, dotándola además, de un nuevo candelero y un nuevo mecanismo que articula y da consistencia a los brazos de la Sagrada Imagen. Igualmente se elabora una estructura que soporte el peso de la ráfaga (resplandor de plata) y mantos de la Virgen para que la talla sufra el menor daño posible.
(EN CONSTRUCCIÓN)
