Acuna a mi niñode oro y de nácar.
Acuna a mi niño
de porcelana.
Mi niña chiquitito,
entre travesuras,
no deja a su Madre
cambiar su muda:
Su camisita blanca
de azucenas,
sus enaguas bordadas
cubren sus piernas.
Acuna a mi niño
de oro y de nácar.
Acuna a mi niño
de porcelana.
Corona su cabeza,
cubre su frente
gorrito de colores,
tapiz naciente.
Entre sus manos
toma las castañuelas,
que en infantil bullicio
suena que suena.
Acuna a mi niño
de oro y de nácar.
Acuna a mi niño
de porcelana.
Siguiendo el ritmo alegre
de la alborada,
ya mueve sus bracitos,
ligeras alas.
Su Madre, que lo mira
con ojos tiernos,
parece que le dice
¡Cállate cielo!
Acuna a mi niño
de oro y de nácar.
Acuna a mi niño
de porcelana.
Y escucha lo que piden
¡Ay! los frexnenses,
que entre flores y risas,
rezan fervientes.
Orando con tambores
flautas y palmas.
Bailando amorosos
esta tu danza.
Acuna a mi niño
de oro y de nácar.
Acuna a mi niño
de porcelana.
Duérmete mi tesoro,
mas nunca olvides
el llanto de aquellos
que así lo piden,
las quejas de los mozos
y los mayores,
que postrados reclaman
¡Ay! tus favores.
Acuna a mi niño
de oro y de nácar.
Acuna a mi niño
de porcelana.
Manuela Cantonera Chamorro, Verano del 2008.
(Publicado en la revista de las Fiestas de la Salud de Fregenal de la Sierra número 15, del año 2008)
